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sábado, 30 de marzo de 2013

Ha resucitado Cristo


 




Cristianos,
ofrezcamos al Cordero pascual
nuestro sacrificio de alabanza.
El Cordero ha redimido a las ovejas:
Cristo, el inocente,
reconcilió a los pecadores con el Padre.
 
La muerte y la vida se enfrentaron
en un duelo admirable:
el Rey de la vida estuvo muerto,
y ahora vive.
 
Dinos, María Magdalena,
¿qué viste en el camino?
He visto el sepulcro del Cristo viviente
y la gloria del Señor resucitado.
 
He visto a los ángeles,
testigos del milagro,
he visto el sudario y las vestiduras.
Ha resucitado Cristo, mi esperanza,
y precederá a los discípulos en Galilea.
 
Sabemos que Cristo resucitó realmente;
Tú, Rey victorioso,
ten piedad de nosotros.
 
celebrandolavida.org

Oh, Madrecita!!!


Esperas el cadáver de tu hijo amortajado ya con sangre y agua, envuelto en el temblor del mundo antiguo, celado por el velo de la Alianza.




Fuente:celebrandolavida.org

viernes, 29 de marzo de 2013

Via Crucis


Primera Estación
Jesús es sentenciado a muerte
Considera cómo Jesús, después de haber sido azotado y coronado de espinos, fue injustamente sentenciado por Pilato a morir crucificado.



Segunda Estación
Jesús es cargado con la cruz
Considera cómo Jesús, andando este camino con la cruz a cuestas, iba pensando en ti y ofreciendo a su Padre por tu salvación la muerte que iba a padecer. 



Tercera Estación
Jesús cae por primera vez
Considera esta primera caída de Jesús debajo de la Cruz. Sus carnes estaban despedazadas por los azotes; su cabeza coronada de espinas, y había ya derramado mucha sangre, por lo cual estaba tan débil, que apenas podía caminar; llevaba al mismo tiempo aquel enorme peso sobre sus hombros y los soldados le empujaban; de modo que muchas veces desfalleció y cayó en este camino. 



Cuarta Estación
Jesús encuentra a su afligida madre
Considera el encuentro del Hijo con su Madre en este camino. Se miraron mutuamente Jesús y Maria, y sus miradas fueran otras tantas flechas que traspasaron sus amantes corazones.



Quinta Estación
Simón ayuda a Jesús a llevar la cruz
Considera cómo los judíos, al ver que Jesús iba desfalleciendo cada vez más, temieron que se les muriese en el camino y, como deseaban verle morir de la muerte infame de Cruz, obligaron a Simón el Cirineo a que le ayudase a llevar aquel pesado madero. 

  



Sexta Estación
La Verónica limpia el rostro de Jesús
Considera cómo la devoto mujer Verónica, al ver a Jesús tan fatigado y con el rostro bañado en sudar y sangre, le ofreció un lienzo. y limpiándose con él nuestra Señor, quedó impreso en éste su santa imagen.

   
Séptima Estación
Jesús cae por segunda vez
Considera la segunda caída de Jesús debajo de la Cruz, en la cual se le renueva el dolor de las heridas de su cabeza y de todo su cuerpo al afligido Señor. 



Octava Estación
Las mujeres de Jerusalén lloran por Jesús
Considera cómo algunas piadosas mujeres, viendo a Jesús en tan lastimosa estado, que iba derramando sangre por el camino, lloraban de compasión; mas Jesús les dijo: no lloréis por mí, sino por vosotras mismas y por vuestras hijos



Novena Estación
Jesús cae por tercera vez
Considera la tercera caída de Jesucristo. Extremada era su debilidad y excesiva la crueldad de los verdugos, que querían hacerle apresurar el paso, cuando apenas le quedaba aliento para moverse.



Décima Estación
Jesús es despojado de sus vestiduras
Considera cómo al ser despojado Jesús de sus vestiduras por los verdugos, estando la túnica interior pegada a las carnes desolladas por los azotes, le arrancaran también con ella la piel de su sagrado cuerpo.




Undécima Estación
Jesús es clavado en la cruz
Considera cómo Jesús, tendido sobre la Cruz, alarga sus pies y manos y ofrece al Eterno Padre el sacrificio de su vida por nuestra salvación; le enclavan aquellos bárbaros verdugos y después levantan la Cruz en alto, dejándole morir de dolor, sobre aquel patíbulo infame.



Duodécima Estación
Jesús muere en la cruz
Considera cómo Jesús, después de tres horas de agonía, consumido de dolores y exhausto de fuerzas su cuerpo, inclina la cabeza y expía en la Cruz.





Decimotercera Estación
Jesús es bajado de la cruz
Considera cómo, habiendo expirado ya el Señor, le bajaron de la Cruz dos de sus discípulos. José y Nicodemo, y le depositaran en los brazos de su afligida Madre, María, que le recibió con ternura y le estrechó contra su pecho traspasado de dolor.  



Decimocuarta Estación
Jesús es colocado en el sepulcro
Considera cómo los discípulos llevaron a enterrar o Jesús, acompañándole también su Santísima Madre, que le depositó en el sepulcro con sus propias manos. Después cerraron la puerta del sepulcro y se retiraron.  

http://encuentra.com/oraciones_y_devociones/via_crucis_san_alfonso_maria_de_ligorio_13682/









jueves, 28 de marzo de 2013

Jueves Santo


Una breve introducción para comprender mejor el sentido de este día en la Semana Mayor

Con la misa vespertina del Jueves Santo da inicio el triduo pascual, que es la preparación a la pascua y el comienzo de su celebración.


Este día nos recuerda la Última Cena del Señor con sus discípulos para celebrar la Pascua, que para los judíos representaba la conmemoración de la liberación de Egipto. Siguiendo la costumbre, Pedro y Juan siguieron las disposiciones de Jesús y cuidaron que todo estuviera correctamente dispuesto para la cena.
La preparación que nosotros debemos realizar es de carácter espiritual, Jesús nos invita al banquete pascual y desea que, al igual que los apóstoles, estemos debidamente dispuestos para participar intensamente en el sacrificio de la Misa, acudir al sacramento de la penitencia y recibir la Sagrada comunión, pues nosotros también somos discípulos.
El jueves por la mañana se celebra la Misa Crismal en las catedrales, llamada así porque en ella se hace la consagración de los óleos que han de usarse para los sacramentos del bautismo, confirmación u ordenación, mismo que puede usarse para la unción de los enfermos.
El obispo es quien encabeza la ceremonia acompañado de los sacerdotes de todas las parroquias que pertenecen a su diócesis y los representantes religiosos de la localidad, además de los diáconos, ministros y seglares, todos ellos representando la unidad y fraternidad de la Iglesia.
La celebración Crismal se concentra en el sacerdocio ministerial. De los sacerdotes depende en gran parte la vida sobrenatural de los fieles, solamente ellos pueden hacer presente a Jesucristo sobre el altar convirtiendo el pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Cristo y perdonar los pecados. Aunque éstas son las dos funciones principales del ministerio sacerdotal, su misión no se agota ahí: administra también los otros sacramentos, predica la palabra divina, dirige espiritualmente, etc.
También se hace alusión a sacerdocio común de todos los fieles, ya que participan de alguna manera del sacerdocio de Cristo y de la misión única de la Iglesia; todos están llamados a la santidad; todos deben buscar la gloria de Dios y trabajar en el apostolado, dando con su vida testimonio de la fe que profesan.
Después del evangelio y la homilía, el obispo invita a sus sacerdotes a renovar su compromiso ministerial, prometiendo unión y fidelidad a Cristo, celebrar el santo sacrifico en Su nombre y enseñar a los fieles el camino de la salvación.
Propiamente, el triduo pascual comienza con la misa vespertina de la cena del Señor, donde se conmemora la institución de la Eucaristía. A diferencia de la misa crismal, esta celebración se realiza en las parroquias y en las casas religiosas.
El lavatorio de los pies forma parte de la ceremonia, el Maestro asume la condición de siervo, para eso, para servir, dejando muy en claro a sus discípulos que la humildad es indispensable para ejercer plenamente el ministerio recibido de sus manos. Servir antes que desear ser servido, no es una condición exclusiva para los sacerdotes, es la doctrina que todos los fieles deben llevar a la práctica.
La Eucaristía es el centro de nuestra vida espiritual, sabemos que Jesús está real y verdaderamente presente con su Cuerpo, su Sangre, su Alma y su Divinidad bajo las especies del pan y del vino. Así lo dijo a los apóstoles con las palabras de consagración que ahora repiten los sacerdotes en la Santa Misa, este es mi cuerpo…, esta es mi sangre…, hagan esto en memoria mía.
Por eso, nosotros sabemos que al visitar el sagrario nos disponemos al encuentro personal, frente a frente con el mismo Cristo, que siempre nos espera dispuesto a escuchar nuestras alegrías, penas, planes, propósitos, todo.
Nuestro propósito de este día y para siempre, puede ser el de prepararnos cada día para recibir mejor la Sagrada Eucaristía, asistir con mayor disposición a la Santa Misa para aprender las enseñanzas de Cristo, o tal vez, visitar con más frecuencia el sagrario aunque sea un minuto. Son muchas las devociones eucarísticas, vivirlas y fomentarlas, es la mejor manera de tratar al Señor, de hacer crecer nuestro amor por Él y de llevar a otros hasta su presencia.

lunes, 25 de marzo de 2013

La lección de la Mariposa, "Sembrando Esperanza".



La sociedad actual nos va imponiendo día a día una mentalidad del mínimo esfuerzo, alcanzar grandes ideales y volar lejos sin mover un dedo, así como aprende inglés en cuarenta días.. una mentalidad Light que nos va consumiendo en un pasar la vida sin comprometernos, realmente la vida no es así, para alcanzar las grandes metas tendremos que hacer grandes sacrificios. Todos necesitamos pasar algo de frío, salir del cascarón solos y comenzar la aventura de la vida; de lo contrario, nos arriesgamos a quedarnos a mitad de camino, con cualidades truncadas y limitadas, gracias a que todo me lo han facilitado… no lo olvides la vida no es así…
Un día, una pequeña abertura apareció en un capullo; un hombre se sentó y observó por varias horas cómo la mariposa se esforzaba para que su cuerpo pasase a través de aquel pequeño agujero.
Entonces, pareció que ella ya no lograba ningún progreso; parecía que ella había ido lo más lejos que podía en su intento y no podía avanzar más.
El hombre decidió ayudar a la mariposa: tomó una tijera y cortó el resto del capullo, la Mariposa, entonces, salió fácilmente; pero su cuerpo estaba atrofiado, era pequeño y tenía las alas aplastadas.
El hombre continuó observándola porque él esperaba que, en cualquier momento, las alas de ella se abrirían y se agitarían para ser capaces de soportar el cuerpo, el que a su vez, iría tomando forma.
¡Nada ocurrió! En realidad, la mariposa pasó el resto de su vida arrastrándose con un cuerpo deforme y alas atrofiadas, ella nunca fue capaz de volar.
Lo que el hombre, en su gentileza y voluntad de ayudar no comprendía, era que el capullo apretado y el esfuerzo necesario para que la mariposa pasara a través de la pequeña abertura, era el modo por el cual Dios hacía que el fluido del cuerpo de la mariposa llegara a las alas, de tal forma, que ella estaría pronta para volar una vez que estuviera libre del capullo.
Algunas veces, el esfuerzo es justamente lo que precisamos en nuestra vida.
Si Dios nos permitiera pasar a través de nuestras vidas sin obstáculos, él nos dejaría lisiados; no seríamos tan fuertes como podríamos haber sido y nunca podríamos volar.


Pedí fuerzas…........ y Dios me dio dificultades para hacerme fuerte.
Pedí sabiduría…..... y Dios me dio problemas para resolver.
Pedí prosperidad… y Dios me dio un cerebro y músculos para trabajar.
Pedí coraje…...........y Dios me dio obstáculos que superar.
Pedí amor… ............y Dios me dio personas para ayudar.
Pedí favores…........y Dios me dio oportunidades.


"No recibí nada de lo que pedí… pero recibí todo lo que precisaba."

sábado, 23 de marzo de 2013

Con María, en Domingo de Ramos



Después de cada Domingo de Ramos viene el Jueves Santo, y el gallo también cantará tres veces para ti.

¿Sabes, María...? El lunes empezamos la Semana Santa, mañana es domingo de Ramos.. Por misericordia de Dios, este año he tomado mayor conciencia de del sentido de estos días en mi propia vida, por un exquisito detalle de amor de mi Señor he aprendido a ver, en mi propio dolor, no una ausencia de Dios, sino una presencia real de su amor, dándome, en cada momento difícil, la oportunidad de transitar con Él mi propio camino de Salvación….por eso quiero acercarme hoy a ti, maestra del alma, para que, como mi madre que eres, me tomes de la mano y me muestres el camino hacia tu Hijo. 

- El camino hacia mi Hijo, el único camino que vale la pena transitar… Mi alma quisiera que todos anhelaran ese camino… pero. No importa, no hablaremos de eso ahora, ven vamos a Jerusalén, que la gente ya se está acercando a Jesús y nos costará trabajo abrirnos paso entre la multitud… 

Y te sigo... ¿Qué otra cosa puedo hacer? Si seguirte termina siendo siempre luz para el corazón, paz para el alma. 

Tal como lo dijiste, la gran multitud que había venido para la fiesta de la Pascua se enteró de que Jesús se dirigía a Jerusalén…llegamos justo cuando Jesús estaba montando un asno para entrar a la ciudad, la gente se apretujaba por acercársele, muchos habían visto la resurrección de Lázaro y daban testimonio… nos acercamos, vimos a las mujeres de Galilea, silenciosas, que le seguían a Él por donde fuera, tú, Madre querida, te acercaste para verlo sin que Él lo notara, tenias ganas de abrazarle, de cuidarle, de atenderle como cuando era pequeño. Le nombraste Jesús, amor de mi alma Fue apenas un susurro en el griterío de la gente, apenas si yo, que estaba pegadita a vos, lo oí con dificultad. Pero el alma de tu Hijo te oyó, giró la cabeza y sus ojos purísimos y mansos se encontraron con los tuyos, fue una mirada larga, llena de palabras que iban de corazón a corazón. Por un instante sé que estuvieron en ese lugar sólo ustedes dos, miles de ángeles inclinaron la cabeza con respeto, fue una mirada de amor profundo, de entrega sin límites a la Voluntad del Padre, una mirada de despedida. 

Luego Él se volvió a las gentes, el tosco animal inició su marcha triunfal, mientras el pueblo extendía sus mantos como improvisada alfombra real… las ramas de olivos, arrancadas por cientos de manos, fueron verdes pañuelos que saludaban al Mesías, claro, que en ese momento nadie pensaba que los verdes pañuelos hoy serían ramas marchitas en pocos días, que se quemarían con el fuego de la indiferencia o el abandono. Al llegar a la pendiente del monte de los Olivos, comenzamos a escuchar de mil gargantas..." ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Paz en el Cielo y Gloria en las Alturas!" 

Tú y yo, María, caminábamos entre las gentes, nadie te reconocía, nadie veía en ti a la mujer por cuyo sí hoy tenían ellos a quien aclamar. 

- Mucha gente - dijiste con tristeza- mucha gente hoy, como en la multiplicación de los panes o en el sermón de la barca, todos le dejarán solo en pocos días… 

- Señora - y sentí vergüenza por mi, ya que muchas veces yo le había saludado desde mi Monte de los Olivos y le había dejado solo después- cuanto nos ama tu Hijo, cuanto. 

- Mi corazón puede sentir la angustia del suyo, hija mía, al mirarle, hace un momento, note una mirada triste, aunque no arrepentida de su decisión, angustiada, mas no por Él sino por toda esta gente, solitaria, porque su alma sabía que este bullicio es pasajero, decidida, porque mi Hijo vino para hacer la Voluntad del Padre, valiente, porque sabia que aún faltaba la lucha final y estaba determinado a vencer pues su victoria es nuestra única esperanza. Una mirada en paz, con la tranquilidad profunda de la verdadera libertad que es hacer lo que debe hacerse, aquello para lo que cada ser fue concebido desde el principio de los tiempos. 

- Señora ¿Iras a la casa donde se hospedará Él?, es que así le tendrás mas cerca. 

- No, yo estaré cerca, Él sabe que estoy, mas debo dejarle en libertad, Él debe cumplir su misión hasta el final… y ambas sabemos la clase de final. 

- ¿Qué siente tu corazón ahora, Madre querida? Perdona la torpeza de la pregunta, pero... Es admirable como estas de pié, en silencio, sin gritos, aun en medio del dolor te mantienes serena. ¿De donde sacas fuerza, Señora? 

- Pues del mismo por quien sufro, amiga mía. Verás, cuando el ángel me anunció que sería la madre del Mesías, yo sentí que aceptar era como dar un gran salto al vacío, pero sabía que mas vacía quedaría si me negaba. Desde ese momento hasta hoy he pasado por muchísimas circunstancias que me han ido enseñando quien es en realidad este Hijo mío, que es mío pero no me pertenece, aprendí que ser su mamá era sólo ser un puente, que mi "sí" unía su decisión de salvar la humanidad con la humanidad misma, pero nada más, no me asistía el derecho de anteponer mis sentimientos a su misión salvadora, debía aprender el valor de la renuncia, debía aprender que, la única manera de estar junto a Él era estar desde lejos. 

- Señora ¿Qué debe aprender mi alma de este día? 

- Debe aprender que es fácil reconocerle y amarle cuando todo marcha bien, que no es gran merito aclamar su nombre cuando todos lo hacen y "queda bien" debes recordar que, después de cada Domingo de Ramos viene el Jueves Santo, y el gallo también cantará tres veces para ti. 

- ¿Qué hacer, entonces? 

- Seguirlo siempre, aun en medio de tu propio dolor, ver que te espera detrás del sufrimiento, que no te deja sola, que está contigo, sobre todo cuando tu crees que está lejos. Recuerda siempre que Él te amó tanto que padeció todo esto por ti, para que tuvieses vida eterna. 

Seguimos a Jesús hasta que llegó a la ciudad, luego Él fue al Templo, Maria quedó contemplándole desde lejos. Antes de entrar al recinto Jesús la miró desde lo profundo del alma, su mirada era... indescriptible, una extraña mezcla de amor, tristeza, paciencia y soledad. En pocos días todo habría terminado y, al mismo tiempo, todo habría comenzado... 

- Hija querida- dijiste mientras me abrazabas con ternura- espero que tu corazón haya aprendido, haya crecido, haya conocido de cuanto es capaz el amor de Dios... aunque, hija mía... la verdadera dimensión de ese amor no puede ser comprendida en este mundo... 

- Gracias, Señora mía, por este tiempo que nos dedicas a tus hijos.... gracias.... 
Y te fuiste... te fuiste y te quedaste al mismo tiempo.... como dice la Escritura, nadie puede separarnos del amor de Cristo... y, por consiguiente, Señora mía, tampoco nadie puede separarnos de tu amor.... 

Amigo, amiga que lees estas líneas... ten un Domingo de Ramos acompañado de María 



NOTA: 

Estos relatos sobre María Santísima han nacido en mi corazón y en mi imaginación por el amor que siento por ella, basados en lo que he leído. Pero no debe pensarse que estos relatos sean consecuencia de revelaciones o visiones o nada que se le parezca. El mismo relato habla de "Cerrar los ojos y verla" o expresiones parecidas que aluden exclusivamente a la imaginación de la autora, sin intervención sobrenatural alguna.


Autor: María Susana Ratero | Fuente: Catholic.net

QUIERO MADRE EN TUS BRAZOS DIVINOS



Una canción que se hace oración a María.

"Quiero Madre en tus brazos divinos
como un niño pequeño dormir
y escuchar los ardientes latidos
en tu pecho de Madre nacidos
que laten por mí.

Y al arder de tu pecho en las llamas
y tu amor que me inflama sentir
de tus labios saber que me amas
que por hijo con ellos me aclamas
para ser feliz.

Y llorando de amor y alegría, 
reclinado en tu fiel Corazón, 
de tu boca escuchar, Madre mía, 
que perdonas y olvidas el día 
en que fui traidor. 

En tus brazos divinos quisiera, 
perdonado y contento morir, 
y exhalar la plegaria postrera 
que probara el amor, cuando muera, 
que siento por ti.

Quiero ver tu divina hermosura 
y a tu lado en la gloria vivir, 
si en tu pecho gocé tu ternura 
¿no es verdad que tendré, Virgen pura, 
la gloria por ti?"

Descansa en el Corazón de tu Madre..




viernes, 22 de marzo de 2013

BENDITA INOCENCIA




Encuesta realizada a niños de segundo y tercer grado de primaria.  Estas fueron algunas de las respuestas más graciosas.


¿Quién es el jefe en tu casa?

     Mi mamá no quiere ser jefe pero tiene que serlo porque mi papá es chistoso.
     Mi mamá. Lo sabes por la inspección de mi cuarto. Ella ve hasta lo que hay debajo de mi cama.     Creo que mi mamá, pero sólo porque ella tiene más cosas que hacer que mi papá.


¿Por qué hizo Dios a las Madres?

    Porque son las únicas que saben dónde están las cosas en la casa.    Principalmente para limpiar la casa.
    Para ayudarnos cuando estábamos naciendo.
    Para que nos quisieran.

¿Cómo hizo Dios a las Madres?

    Usó tierra, como lo hizo para todos los demás.
    Con magia, además de súper poderes y mezclar todo muy bien.
    Dios hizo a mi mamá así como me hizo a mí, sólo que usó partes más grandes.
    Yo creo que tardó mucho en hacerlas, pues mi papá dice que a veces las mujeres son muy complicadas.

¿Qué ingredientes usó?
 
    Dios hizo a las madres de nubes y pelo de ángel y todo lo bueno en este mundo y una pizca de malo.
    Tuvo que empezar con huesos de hombres y después creo que usó cuerda, principalmente.
    Yo creo que con muchas flores...

¿Por qué Dios te dio a tu mamá en vez de otra mamá?

    Porque somos parientes.    
    Porque Dios sabía que ella me quería más a mí que otras mamás que me quisieran.
    Porque nos parecemos mucho.

¿Qué clase de niña era tu mamá?
 
    Mi mamá siempre ha sido mi mamá y nada de esas cosas.    
    No sé, porque yo no estaba allí, pero creo que ha de haber sido muy mandona.
    Dicen que antes era muy linda.

¿Qué necesitaba saber tu mamá de tu papá antes de casarse con él?
 
    Su apellido.
    Si quería casarse con ella.
    Pues... si tiene trabajo y si le gusta ir de compras.

¿Por qué se casó tu mamá con tu papá?
 
    Porque mi papá hace el mejor espagueti en el mundo y mi mamá come mucho.
    Porque ya se estaba haciendo vieja.
    Mi abuela dice que porque no se puso su gorra para pensar.
    Para poder ser la mamá de la casa.

¿Cuál es la diferencia entre las mamás y los papás?
 
   Las mamás trabajan en el trabajo y en la casa y los papás sólo van al trabajo.
    Las mamás saben hablar con las maestras sin asustarlas.
    Los papás son más altos y fuertes, pero las mamás tienen el verdadero poder porque a ellas les tienes que pedir permiso cuando quieres quedarte a dormir en casa de un amigo.
    Las mamás tienen magia porque ellas te hacen sentir bien sin medicina.

¿Qué hace tu mamá en su tiempo libre?
 
    Las mamás no tienen tiempo libre.
    Si lo oyes de ella, paga cuentas todo el día...
    Creo que... trabajar.

¿Qué haría a tu mamá perfecta?
 
    Por adentro ya es perfecta, pero afuera creo que un poco de cirugía plástica.    
    Que no me regañara tanto y que me dejara ver más televisión.
    Si supiera jugar fútbol...

¿Si pudieras cambiar algo de tu mamá, que sería?
 
    Tiene esa cosa rara de pedirme siempre que limpie mi cuarto. Eso le quitaría.
    Haría a mi mamá más inteligente, así sabría que mi hermano me pegó primero y no yo.    
    Me gustaría que desaparecieran esos ojos invisibles que tiene atrás de su cabeza.
 



jueves, 21 de marzo de 2013

DANIELITO EXPLICA A DIOS



En un pueblito de Estados Unidos, la maestra del tercer curso puso de tarea a los niñitos escribir una composición explicando a Dios.

Aquí va lo que escribió Danielito:
    
“La principal ocupación de Dios es hacer gente que ocupe el lugar de los que se mueren, para que así siempre haya quien cuide el mundo.
    
A la gente la hace pequeñita porque son más fáciles de hacer, y no pierde tiempo en enseñarles a caminar y a hablar, ya que deja eso a las mamás y a los papás.
    
En segundo lugar, Dios se ocupa de escuchar nuestras oraciones, en lo que se le va un montón de su tiempo, ya que la gente reza a toda hora y no solamente al acostarse y levantarse. A Dios no le queda tiempo ni para ver televisión ni para la internet.
    
Dios lo ve todo y lo escucha todo y está en todos lados, por eso está siempre tan ocupado. No debemos ocupar su tiempo pidiéndole cosas que papá y mamá dicen que no podemos tener.
    
Los que no creen en Dios se llaman ateos. En mi pueblo no hay muchos pues nunca me he encontrado con ninguno en la iglesia. 
    
El hijo de Dios se llama Jesús. Está encargado del trabajo más pesado y difícil como caminar sobre el agua, dar de comer a montones de gente y hacer los milagros.  Se le va muchísimo tiempo curando enfermos y complaciendo las muchísimas cosas que le piden. La gente se cansó de todo lo que predicaba y finalmente lo crucificaron.     Y él le dijo a su Padre que perdonara esa gente porque no sabían lo que hacían y Dios dijo OK.
    
Ahora ayuda a su Papá escuchando nuestras oraciones y resolviendo cosas para quitarle trabajo de arriba
    
Lo bueno es que se puede rezar a cualquier hora y ten por seguro que te ayudarán, ya que entre ellos tres, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, que también es Dios, lo organizaron todo de manera que siempre por lo menos uno está de guardia.
    
Debemos ir a la iglesia los domingos porque eso hace feliz a Dios, y si hay alguien a quien debemos complacer es a Dios.  No faltes a la iglesia sólo porque piensas que hay cosas más divertidas como ir a la playa.  Eso está mal, eso no está bien.  Además, siempre se puede ir a la playa después de misa.
    
Si no crees en Dios, aparte de ser un ateo vas a estar muy solo, porque tu papi y tu mami no pueden estar contigo todo el tiempo pero Dios si puede, aún cuando te vas de campamento en el verano. Dios está junto a ti en esos lugares oscuros que asustan o cuando los niños grandes te molestan y te tiran al  agua y no sabes nadar.
    
Pero no solamente debemos pensar en las cosas que Dios puede hacer por nosotros.  Me imagino que Dios me puso aquí y me puede llevar con Él cuando quiera.
    
Por todo eso creo en Dios.”
    
Hasta ahí la narración de Danielito. 
    
Y ahora, así como quien no quiere las cosas, ¿qué te parece a ti, querido lector, si te dejo de tarea escribir tu propia composición explicando a Dios?


Fuente : Valores de Encuentra.com
Ésta historia lo envió: Johnny Pacheco

miércoles, 20 de marzo de 2013

UN ERROR PERFECTO.



Mi abuelo amaba la vida - especialmente cuando podía hacerle una broma a alguien. 


Hasta que un frío domingo en Chicago, mi abuelo pensó que Dios le había jugado una broma. Entonces no le causó mucha gracia. Él era carpintero. Ese día particularmente él había estado en la Iglesia haciendo unos baúles de madera para la ropa y otros artículos que enviarían a un orfelinato a China. Cuando regresaba a su casa, metió la mano al bolsillo de su camisa para sacar sus lentes, pero no estaban ahí. Él estaba seguro de haberlos puesto ahí esa mañana, así que se regresó a la Iglesia. Los buscó, pero no los encontró. Entonces se
dio cuenta de que los lentes se habían caído del bolsillo de su camisa, sin él darse cuenta, mientras trabajaba en los baúles que ya había cerrado y empacado.
¡Sus nuevos lentes iban camino a China!. 

La Gran Depresión estaba en su apogeo y mi abuelo tenia 6 hijos. Él había gastado 20 dólares en esos lentes. 
"No es justo" le dijo a Dios mientras manejaba frustrado de regreso a su casa. "Yo he hecho una obra buena donando mi tiempo y dinero y ahora esto". 

Varios meses después, el Director del orfelinato estaba de visita en Estados Unidos. Quería visitar todas las Iglesias que lo habían ayudado cuando estaba en China, así que llegó un domingo en la noche a la pequeña Iglesia a donde asistía mi abuelo en Chicago. Mi abuelo y su familia estaban sentados entre los fieles, como de costumbre. El misionero empezó por agradecer a la gente por su bondad al apoyar al orfelinato con sus donaciones. "Pero más que nada", dijo "Debo agradecerles por los lentes que mandaron. Verán, los comunistas habían entrado al orfelinato, destruyendo todo lo que teníamos, incluyendo mis lentes. 

¡Estaba desesperado!

Aún y cuando tuviera el dinero para comprar otros, no había donde. Además de no poder ver bien, todos los días tenia fuertes dolores de cabeza, así que mis compañeros y yo estuvimos pidiendo mucho a Dios por esto. Entonces llegaron sus donaciones. Cuando mis compañeros sacaron todo, encontraron unos lentes encima de una de las cajas". El misionero hizo una larga pausa, como permitiendo que todos digirieran sus palabras. Luego, aún maravillado, continuó: 
"Amigos, cuando me puse los lentes, eran como si los hubieran mandado hacer justo para mí!, ¡Quiero agradecerles por ser parte de esto!". 

Toda las personas escucharon, y estaban contentos por los lentes milagrosos. Pero el misionero debió haberse confundido de Iglesia, pensaron. No había ningunos lentes en la lista de productos que habían enviado a China. Pero sentado atrás en silencio, con lágrimas en sus ojos, un carpintero ordinario se daba cuenta de que el Carpintero Maestro lo había utilizado de una manera extraordinaria.

lunes, 18 de marzo de 2013

Querido Papa...


Al encuentro con tu gente... con tu pueblo Santo Padre !




Recemos mucho por el Papa... para que Dios lo cuide, lo resguarde... y nuestras oraciones sirva de escudo como éste soldado de la guardia suiza...

NO TE METAS EN MI VIDA



En cierta ocasión escuché a un joven gritarle a su padre: 

¡¡¡No te metas en mi vida!!! 

Esta frase caló hondamente en mí, tanto que frecuentemente la recuerdo y comento en mis conferencias con padres e hijos. 

Si en vez de sacerdote, hubiese optado por ser padre de familia, ¿qué respondería a esa pregunta inquisitiva de mi hijo? Esta podría ser mi respuesta: 

¡Hijo, un momento! ¡No soy yo el que me meto en tu vida, tú te has metido en la mía!

Hace muchos años, gracias a Dios, y por el amor que mamá y yo nos tenemos, llegaste a nuestras vidas y ocupaste todo nuestro tiempo. Aún antes de nacer, mamá se sentía mal, no podía comer, todo lo que comía lo devolvía, y tenía que guardar reposo. Yo tuve que repartirme entre las tareas de mi trabajo y las de la casa para ayudarla. Los últimos meses, antes de que llegaras a casa, mamá no dormía y no me dejaba dormir.

Los gastos aumentaron increíblemente, tanto que gran parte de lo nuestro se gastaba en ti: en un buen médico que atendiera a mamá y la ayudara a llevar un embarazo saludable, en medicamentos, en la maternidad, en comprarte todo un guardarropa... Mamá no veía algo de bebé que no lo quisiera para ti: una cuna, un moisés, todo lo que se pudiera, con tal de que tú estuvieras y tuvieras lo mejor posible. 

¿No te metas en mi vida?

Llegó el día en que naciste: hay que comprar algo para darles de recuerdo a los que te vinieran a conocer, (dijo mamá), hay que adaptar un cuarto para el bebé. Desde la primera noche no dormimos. Cada tres horas, como si fueras una alarma de reloj, nos despertabas para que te diéramos de comer, otras te sentías mal y llorabas y llorabas, sin que nosotros supiéramos qué hacer, pues no sabíamos qué te sucedía y hasta llorábamos contigo. 

¿No te metas en mi vida?

Empezaste a caminar, yo no sé cuándo he tenido que estar más detrás de "ti", si cuando empezaste a caminar o cuando creíste que ya sabías. Ya no podía sentarme tranquilo a leer el periódico o a ver el partido de mi equipo favorito, porque estaba pendiente de ti. Te perdías de mi vista y tenía que salir tras de ti para evitar que te lastimaras. 

¿No te metas en mi vida?

Todavía recuerdo el primer día de clases, cuando tuve que llamar al trabajo y decir que no podría ir, ya que tú en la puerta del Colegio no querías soltarme y entrar. Llorabas y me pedías que no me fuera. Tuve que entrar contigo a la escuela, pedirle a la maestra que me dejara estar a tu lado un rato, ese día, en el salón, para que fueras tomando confianza. A las pocas semanas no sólo ya no me pedías que no me fuera, hasta te olvidabas de despedirte cuando bajabas del auto corriendo para encontrarte con tus amiguitos. 

¿No te metas en mi vida?

Seguiste creciendo, ya no querías que te lleváramos a tus reuniones, nos pedías que una calle antes te dejáramos y pasáramos por ti una calle después, por que ya eres "cool". No querías llegar temprano a casa, te molestabas si te marcábamos reglas, no podíamos hacer comentarios acerca de tus amigos sin que te volvieras contra nosotros, como si los conocieras a ellos de toda la vida y nosotros fuéramos unos perfectos "desconocidos" para ti. 

¿No te metas en mi vida?

Cada vez sé menos de ti por ti mismo, sé mas por lo que oigo de los demás. Ya casi no quieres hablar conmigo, dices que sólamente te regaño y todo lo que yo hago está mal, o es razón para que te burles de mi.  Pregunto: ¿Con esos defectos te he podido dar lo que hasta ahora tienes? Mamá se pasa la noche en vela y de pasada no me deja dormir a mí diciéndome que no has llegado y que es de madrugada, que tu teléfono está desconectado, que ya son las 3:00 y no llegas. Hasta que por fin podemos dormir cuando acabas de llegar. 

¿No te metas en mi vida?

Ya casi no hablamos, no me cuentas tus cosas, te aburre hablar con viejos que no entienden el mundo de hoy. Ahora sólo me buscas cuando hay que pagar algo o necesitas dinero para la universidad, o salir; o peor aún, te busco yo, cuando tengo que llamarte la atención…

¿No te metas en mi vida?

Pero estoy seguro que ante estas palabras, "no te metas en mi vida", podemos responder juntos. Hijo, yo no me meto en tu vida, tú te has metido en la mía, y te aseguro, que desde el primer día, hasta el día de hoy, ¡no me arrepiento que te hayas metido en ella y la hayas cambiado para siempre!

Mientras esté vivo, ¡me meteré en tu vida, así como tú te metiste en la mía, para ayudarte, para formarte, para amarte y para hacer de ti un hombre de bien!

¡Sólo los padres que saben meterse en la vida de sus hijos logran hacer de éstos, hombres y mujeres que triunfen en la vida y sean capaces de amar!
Papás: ¡muchas gracias por meterse en la vida de sus hijos!. ¡Ah! Más bien -corrijo - ¡por haber dejado que sus hijos se metan en sus vidas! 

Y para ustedes, hijos: valoren a sus padres, no son perfectos, pero los aman, y lo único que desean es que ustedes sean capaces de salir adelante en la vida y ¡triunfar como hombres de bien..!

La vida da muchas vueltas, y en menos de lo que ustedes se imaginen alguien les dirá... "¡No te metas en mi vida! " 

La paternidad no es un capricho o un accidente, es un don de Dios, que nace del amor.


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